Desayunamos en la taberna de currito, y de allí nos dirigimos al centro del pueblo, donde nuestra guía, Diana, nos contó la historia de Lora, que se remonta a los tartessos.
Lo que más nos llamó la atención es la historia que nos narró acerca de la campana de la iglesia de setefilla, ahora convertida en biblioteca.
Esta campana con un sonido peculiar solo se toca una vez cada cuatro o cinco años, cuando se decide bajar a la Virgen de la ermita donde se encuentra, bien para pedirle algo para el pueblo, como por ejemplo que llueva en época de sequia, o por no perder la tradición.
Bien,cuando se decide la fecha (la hermandad), los muchachos de la misma se suben por la fachada del edificio para tocar la campana, el pueblo que la escucha se reune en la plaza y van a buscar al "viejo", el hombre de más edad de la hermandad en ese momento, lo suben en una silla de nea, y con él recorren el municipio hasta la casa del hermano mayor para pedirle que se baje la Virgen de su ermita al pueblo, el hermano mayor le dice que si y establecen un día para que todo el pueblo se reuna para decidir la fecha que se haga efectivo la romería en la que bajan a la Virgen de Setefilla a Lora del Rio.
Después entramos en el convento de la Inmaculada Concepción, un convento de mercedarias en el cual viven unas cinco monjitas ya mayores, entramos en la capilla del s. XVIII, en ella había una gran cantidad de santos, desde San Pancracio, Santa Rita,San Antonio...y una escultura de mayor tamaño de San Ramón No Nato a la cual la caracterizaba su candado en la boca que le pusieron para que callara ya que tan buen orador que a todos convencia para que se convirtieran al cristianismo.Se llama no nato, ya que nació de una cesarea estando su madre ya muerta.
Cerca de este convento se encuentra la Casa Hermandad de la Virgen de Setefilla, que era una casa señorial, ahora convertida en Museo de la Virgen, que fué una pena no poder visitar ya que solo lo abren los Jueves por la tarde. Como curiosidad nos pasamos un buen rato buscando un ciervo que el autor de las pinturas murales del portal escondió a modo de anécdota.
Desde aquí nos dirigimos al ayuntamiento, pasando por una plaza de abastos muy curiosa por que en la plaza que la precede ensayó nuestro arquitecto Ánibal Gonzalez, la Plaza de España de Sevilla, colocando en las farolas azulejos conmemorativos de las provincias de Andalucia.
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En el interior del ayuntamiento vimos un curioso mueble con tres cerrojos, que solo podía abrirse en presencia de los tres portadores de las llavesque eran el alcalde, el interventor, y el secretario.
La iglesia de la Asunción tampoco pudimos verla por dentro, pero nos llamó la atención su gran torre, comparable en altura casi a la Giralda de Sevilla.
De camino al restaurante pasamos por el lugar donde en Diciembre se inundó Lora, ya que en ese enclave se encuentra una cruz, que señala el sitio donde quemarón a la antigua imagen de la Virgen de Setefilla en la guerra civil.
Cruz que señala el lugar donde quemaron ala imagen de la Virgen de Setefilla |
No quiero dejar de mencionar las exquisitas migas que nos obsequiaron en la "Taberna de Currillo" de la que nos fuimos muy contentos por la comida y por el trato recibido.
Migas Taberna Currillo en Lora |
Después del ágape, y antes de la vuelta a Bormujos pasamos por la Ermita de la Virgen de Setefilla, que se encuentra a unos kilometros del pueblo, en lo alto de un cerro donde se puede disfrutar de unas vistas maravillosas.
Ermita de Setefilla de Lora del Rio |
es que LORA DEL RIO es unica viva LORA DEL RIO
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